Se requieren esquemas de aseguramiento, ahorro, crédito o subsidios focalizados para la población no pobre pero vulnerable
- El crecimiento económico ha permitido reducir la pobreza y la desigualdad, pero no la vulnerabilidad: la probabilidad de caer nuevamente en la pobreza.
- Grupo de Trabajo del CIES presentará un informe con propuestas para aportar a la lucha contra la pobreza.
Luego de un periodo estando cerca del 45%, la pobreza en Perú se estabilizó en niveles cercanos al 25% a fines de 2021. Sin embargo, aunque la desigualdad sigue disminuyendo, la vulnerabilidad registra niveles de 35% hace tres años. Así, 6 de cada 10 peruanos son pobres o son vulnerables. En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, desde el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), compartimos propuestas que buscan aportar a dicho objetivo.
La agenda de reactivación económica de la mano con la reactivación social
En el último año, el CIES como parte del proyecto Construyendo Diálogo Democrático, conformó el Grupo de Trabajo el de Lucha contra la Pobreza, dirigido por la investigadora y docente Norma Correa (PUCP). En este período, distintos especialistas han participado en reuniones para presentar recomendaciones frente al desafío de la pobreza. Acceda a algunos aportes en la temporada 4 del podcast Perú Debate. Actualmente, se viene plasmando un informe final que sirva como base para propuestas legislativas o de política.
Respuestas focalizadas ante la pobreza
Los déficits de capital humano, de infraestructura básica y de conectividad a los mercados ha impedido que familias, en áreas rurales y urbanas, puedan aprovechar todas las oportunidades que ofrecía el crecimiento. Es por ello que los investigadores Alvaro Monge y Yohnny Campana (Macroconsult) consideran que el proceso de reducción de la pobreza y desigualdad es importante pero incompleto.
El estudio del Concurso anual de investigación CIES 2022 Lucha contra la pobreza: evolución reciente y opciones de política resalta además, que el empobrecimiento generado por la pandemia y sus efectos no ha sido homogéneo. De hecho, se observa un proceso de urbanización de la pobreza: 7 de cada 10 pobres viven en ciudades. En términos de género, el impacto de la pobreza también ha sido desproporcionado, golpeando con más fuerza a las mujeres.
Monge y Campana plantean distintas líneas de acción prioritarias. Entre ellas, recalcan que se debe fortalecer el mercado laboral y su formalización. Sin embargo, también consideran que se deberá atender a las familias que son afectadas por el precio de los alimentos en zonas urbanas, mediante políticas de asistencia económica y social. En estos casos, los autores precisan que los programas para proveer liquidez a corto plazo deben ser focalizados y temporales. Asimismo, se deben diseñar estrategias para la población no pobre pero vulnerable. Por ejemplo, esquemas de aseguramiento, ahorro, crédito o subsidios focalizados.
El documento de política hacia un mejor gobierno 2021-2026 Protección social y lucha contra la pobreza, de Norma Correa (PUCP), también presenta una serie de recomendaciones vigentes. Como indica la autora, el Perú no cuenta con un instrumento de protección social adaptativa que se active frente a emergencias y desastres. Luego de la experiencia de la pandemia, resulta vital que se diseñe y se implemente una estrategia de intervenciones temporales. El impacto pronosticado por el Fenómeno El Niño realza la importancia de esta medida.
Correa plantea que a la par de la agenda de reactivación económica, se debe llevar a cabo una iniciativa de alto nivel para la reactivación social, teniendo en cuenta las consecuencias que tuvo la pandemia en el capital humano. Estas acciones estarían dirigidas a promover la seguridad alimentaria, el desarrollo infantil temprano, el acceso a la documentación, la digitalización, el cierre de brechas educativas y la erradicación de la pobreza extrema.
Demanda de evidencia desde el Estado es susceptible a ser influenciada por criterios políticos
Aunque distintos sectores públicos han asumido el discurso de “políticas basadas en evidencia”, aún existe una importante distancia entre los estudios disponibles y la aplicación efectiva de estos estudios para mejorar las políticas públicas. Como resaltan los investigadores Javier Herrera, Norma Correa y Ángelo Cozzubo (IRD Francia-PUCP), la demanda de evidencia desde el Estado es irregular y susceptible a ser influenciada por criterios políticos.
En el documento Pobreza y distribución del ingreso. Balance de investigación 2016-2021 y agenda de investigación 2021-2026, los autores consideran que para potenciar las posibilidades de evidencia con incidencia, se deben generar repositorios abiertos con los resultados de consultorías y evaluaciones que comisionan las entidades públicas. Además, es importante seguir promoviendo la investigación a nivel nacional con distintas metodologías, priorizando la temática de lucha contra la pobreza en los fondos públicos que brindan entidades como CONCYTEC, el Ministerio de Producción, entre otros.
Construyendo conocimiento para mejores políticas