Día del Antropólogo: reflexiones de representantes de esta disciplina

En el Día del Antropólogo, este 11 de junio, el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) recoge los mensajes sobre el rol que tiene esta disciplina para el desarrollo de nuestro país, por parte de dos destacados profesionales:
- Carlos E. Aramburú, docente de la PUCP, antropólogo que investiga sobre democracia y derechos humanos y exdirector ejecutivo del CIES (1999-2006). Transmisión en vivo de su mensaje.
- Jeanine Anderson, docente de la PUCP, antropóloga experta en metodología cualitativa, temas de género y política social. Transmisión en vivo de su mensaje.
Una breve reseña de la antropología
«Los esfuerzos de la humanidad por entenderse y entender la vida social y las diferentes costumbres y modos de pensar y vivir de distintos grupos humanos creo que es un esfuerzo mucho más antiguo de lo que solemos reconocer como el momento de inicio de la antropología profesional o la disciplina que conocemos y practicamos el día de hoy», explicó Jeanine Anderson.
Según relató Carlos E. Aramburú, la antropología como disciplina surgió en el siglo 19 en un contexto desigual, en países colonialistas que tenían otras culturas bajo su dominación y tenían interés por entender a la población local. Sin embargo, precisa, hacia la segunda mitad de ese siglo, la antropología pasó a tener un interés y respeto por el otro, por el que no es como nosotros y tiene otros valores.
Hacer investigación antropológica en Perú
«La antropología pretende abarcar la totalidad de la existencia humana desde lo biológico, lo físico, hasta lo lingüístico y social, cultural. En el Perú contiene grupos humanos que han habitado y siguen habitando en dos de los medios más extremos que conocemos para la humanidad: entornos de gran altura sobre el nivel del mar y entornos de zonas tropicales húmedas, que presentan retos particulares para la vida y que han tenido que resolverse mediante prácticas culturales. Esto forma parte importante de lo que estudiamos en nuestra disciplina», apuntó Anderson.
Ambos antropólogos coinciden en que el aporte central de la antropología es el esfuerzo por entender al país en toda su diversidad, promoviendo la convivencia entre grupos humanos con distintas historias.
«La importancia de la antropología en un país como Perú tiene que ver justamente con el tema de la cultura. Un ejemplo es el tema de la inseguridad. Uno pensaría que la inseguridad se combate cn más policías, la antropología te diría que no. Si vamos a prevenir la violencia de todo tipo, hay que estudiar a las familias, qué valores imparten, cómo se socializa el niño y la niña desde pequeños», explicó Aramburú.
Los objetos de investigación de la antropología son diversos. ¿Por qué en pandemia hubo personas –aún con alto nivel de educación– que no se querían vacunar? ¿Por qué las ollas comunes parecieron funcionar mejor que los ministerios del gobierno para atender las necesidades de la población local? ¿Qué nos hace votar por un candidato y no por otro? ¿Cuáles son los valores por los que votamos?
«El estudio de la antropología de la cultura y los valores son absolutamente necesarios para entender una sociedad tan complicada como la peruana. Yo creo que la antropología tiene, no solamente relevancia para temas tradicionales, sino para temas centrales hoy», concluye Aramburú.
«En la práctica académica también tenemos aportes para la solución de los problemas del país. Ahí hemos tenido fracasos y aciertos, pero colectivamente, apoyándonos, leyéndonos, compartiendo ideas, realizando eventos, simposios, seminarios, intercambios y cursos de formación podemos cada vez más realizar la promesa de la disciplina: hacer una contribución memorable al país, a sus políticas públicas, desde abajo», señaló Anderson.
Los dos antropólogos y docentes invitaron a las y los jóvenes a estudiar esta disciplina y trabajar de forma interdisciplinaria para abordar de forma más integral los problemas sociales que afectan al Perú.