Es necesario impulsar más investigaciones sobre discriminación en centros de salud mental
- Los centros juveniles de rehabilitación y los centros de atención residencial son espacios poco investigados y con poca vigilancia ciudadana.
- Es importante garantizar acceso efectivo a servicios de salud mental para poblaciones vulnerables: víctimas de violencia, comunidad LGTBIQ+ y personas migrantes, entre otras.
De acuerdo a una encuesta elaborada por Ipsos este año, 45% considera que la salud mental es el segundo problema de salud que enfrenta la población del país, después del cáncer. En el Día de la Salud Mental, el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) comparte importante estudios con propuestas para promover una adecuada atención:
Pendientes de investigación
En nuestro país, la exclusión y las desigualdades guardan una estrecha relación con las aflicciones a la salud mental. En los últimos años se ha venido abordando, por ejemplo, los derechos de las personas con discapacidad psicosocial en el ámbito de la salud mental. Sin embargo, como apuntan las investigadoras Renata Bregaglio, Renato Constantino, Teresa Arce y Kerli Solari (PUCP) en el estudio Derechos civiles y discriminación. Balance de investigación 2016-2021 y agenda de investigación 2021-2026, hay espacios de discriminación sobre los que ha habido muy poca investigación. Algunos de ellos son los centros de salud mental, los centros juveniles de rehabilitación, por ser espacios con poca vigilancia ciudadana y con total dependencia estatal.
Como precisa el documento, son espacios que presentan complejidades para poder realizar investigaciones. “No obstante, resulta particularmente importante porque son espacios donde los derechos de las poblaciones más marginalizadas pueden verse afectados”, resaltan las autoras.
Atención de salud mental frente a la violencia
Como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un derecho humano universal. En Perú, determinadas poblaciones enfrentan situaciones de vulnerabilidad que plantean la necesidad de garantizar atención de salud mental focalizada. Por ejemplo, las personas LGTBIQ+, que experimentan una serie de traumas debido al abuso físico y emocional debido a su orientación sexual o su identidad de género.
De acuerdo al reporte del estudio Una exploración a los factores que determinan la trata de población LGTBIQ+ en Perú (2022), de Alvaro Monge, Yohnny Campana y Katherine Sánchez (Macroconsult), entre 24% y 30% de toda la comunidad LGBTIQ+ enfrenta afecciones o trastornos psicopatológicos. Además, si una persona LGTBIQ+ es víctima de trabajo sexual forzoso, sus probabilidades de tener afecciones en su salud mental se duplican. Por ello, los autores resaltan la importancia de contar con servicios especializados para la atención de esta población, sin estigmas ni prejuicios.
Por otro lado, los investigadores Laura Amaya y Saúl Elguera (IEP) apuntan que existe evidencia sobre las consecuencias negativas que tiene la xenofobia en la salud mental de las personas que la padecen. Así, en el contexto específico de nuestro país, la xenofobia en la vida cotidiana o en los discursos políticos atenta contra los derechos de la población migrante venezolana. Una de las propuestas del estudio Determinantes de la opinión pública xenófoba en el Perú (2023) es el trabajo conjunto entre el Estado y los medios de comunicación, al ser estos últimos los que brindan insumos para la percepción que tiene la población peruana sobre los y las migrantes.
Más artículos relacionados:
►Servicios de salud para las víctimas de violencia sexual: un análisis del cumplimiento de los compromisos nacionales e internacionales (2009), de Rossina Guerrero y Susana Chávez
►Salud mental en el Perú: dolor y propuesta. La experiencia de Huancavelica (2007), de Tesania Velásquez
►Salud mental y aborto terapéutico (2006), de Martha Rondón
►Los afectados por el conflicto armado interno del Perú. Exigiendo el derecho a la salud mental (2005), de Roxana Castellon y Lisa J. Laplante
Construyendo conocimiento para mejores políticas